Esperan mejorar la calidad de vida familiar, sentirse acogidos, comprendidos y escuchados. Buscan una solución a los problemas actuales y un acompañamiento genuino en búsqueda de herramientas para el bienestar actual y futuro de sus hijos. 

• Intervención mediante técnicas proyectivas:
  Las técnicas proyectivas permiten que el niño exprese su mundo interno de forma simbólica, a través de dibujos, cuentos, juegos o historias. En lugar de tener que explicar con palabras lo que siente —algo que a menudo es difícil para ellos— estas actividades muestran sus emociones, necesidades y conflictos de manera natural y espontánea. Esto me permite comprender con mayor profundidad qué está viviendo el niño y acompañarlo en la elaboración emocional desde un espacio seguro.
• Caja de Arena (Sandplay):
  La Caja de Arena es una técnica terapéutica en la que el niño crea escenas o pequeños mundos utilizando arena y figuras. A través de estas representaciones simbólicas puede expresar emociones, experiencias difíciles o partes de sí mismo que quizá no puede verbalizar. La arena ofrece un medio sensorial y creativo que favorece la calma, la regulación emocional y la expresión profunda. Cada escena construida se convierte en una oportunidad para entender su mundo interno y trabajar procesos internos de forma respetuosa.
• Trabajo con el mundo interno del niño:
  Este enfoque se centra en comprender las emociones, pensamientos, miedos y deseos que forman la vida interna del niño. Acompaño al niño a explorar lo que siente, darle sentido a sus experiencias y desarrollar herramientas para manejar sus emociones. Esto fortalece su autoestima, su seguridad interna y su capacidad para relacionarse con los demás desde un lugar más equilibrado. Se trabaja siempre desde la conexión, la empatía y el juego, respetando su ritmo y sus necesidades evolutivas.